las flores crecen también en otoño

y como buen día de otoño, el cielo ha amanecido gris, amenazando lluvias para todo el día. pero hoy tengo ganas de pintar, hoy las plantas que cobijen a mis invitados deben crecer... así podré dar algo más por terminado, a falta de montar los muebles, que ahí están a la espera

aprovechando la ocasión podría mostrar el cambio de ésta habitación, pero mejor he pensado que para el antes y el después del piso, debo conscienciarme bien. así que mejor será que ahora me vaya a pintar, y que hoy me dedique a eso para poderos enseñar el resultado al fin del día.

[10:06 A.M.] EMPIEZA LA JORNADA

con un par de bolsas con cosas que llevar hacia mi nuevo futuro hogar me he plantado en la puerta del piso, he abierto, he soltado trastos y me dispuesto a empezar a pintar. simplemente un pequeño bote de pintura verde, unos pinceles y la escalera bastaban para empezar

esta vez (para quien no lo sepa, éste es el segundo "mural" que pinto en el piso) las dimensiones son considerablemente más pequeñas que en el anterior caso, los cerezos del salón. en un solo domingo lo he empezado y terminado... para el primero, supongo que será por eso de la inexperiencia, tardé creo recordar que 5 mañanas de domingos enteras

cuando llegué no debía tener muchas ganas de ponerme a dibujar, sino más bien lo que quería era coger los pinceles y ponerme al ataque :) así que para no confiarme demasiado, dibujé con un lápiz sobre la pared gris la rama central de mi "creación surrealista" y el resto lo dejé volar. bueno, no del todo, había hecho un pequeño boceto sobre papel de la idea que llevaba, poco más grande que el tamaño de mi monedero, y lo tuve pegado con cinta de carrocero bajo la rama hasta que la pared estuvo más o menos llena de ramas y círculos

una vez terminado lo grande, lo veía vacío, inanimado... y el pincel hizo el resto, dejando caer pequeñas gotas de pintura que según se miren, hasta parecen luciérnagas diminutas perdidas en un sueño onírico....

y al final del día, conseguí ver el resultado